Ciudad ganada
Hacia las diez, la calle se animaba débilmente. Algunas personas se precipitaban de repente hacia tareas imperiosas, necesarias, urgentes, fatales. Iban deprisa, semejantes en su diversidad, uniformes y cuero negro, hombres y mujeres idénticos, jóvenes o sin edad, llevando bajo el brazo portafolios atiborrados: expedientes, decretos, actas, tesis, órdenes, mandatos, proyectos absurdos, proyectos grandiosos, […]