¡Non serviam!

El lobo y el perro (La Fontaine)

Había una vez un Lobo que solo era huesos y piel, tanto que al verlo pasar hasta los Perros se ponían en guardia. Este Lobo se encuentra con un Perro tan poderoso como hermoso, rollizo, lustroso, que sin darse cuenta se había extraviado. Atacarlo, descuartizarlo, es cosa que hubiera hecho de buena gana el Señor Lobo, pero habría tenido que emprender una batalla y el Mastín estaba en forma para defenderse con valentía.

El Lobo entonces se le acerca humildemente, entabla conversación con él, y le felicita por sus buenas carnes, que admira. «Depende de usted, mi señor, estar tan gordo como yo», dijo el Perro. «Abandone los bosques, hará bien: sus semejantes allí son miserables, zopencos, despreciables y pobres diablos cuya condición es morir de hambre. ¿Para qué? ¡Ni un bocado seguro! ¡Todo a punta de espada! Sígame: tendrá un destino mucho mejor». «¿Y qué tendré que hacer», contestó el lobo. «Casi nada», dijo el perro, «cazar a la gente que lleva bastón y a los mendigos; halagar a los de la casa y complacer a su amo. A cambio de lo cual le subirán el sueldo en todos los sentidos: huesos de gallina, huesos de paloma, por no hablar de muchas caricias». El Lobo, que tal oye, se imagina un porvenir de gloria que lo hace llorar de gozo.

Ya en camino advirtió que el Perro tenía una peladura en el cuello.
—«¿Qué es eso?», preguntó.
—«Nada», respondió el Perro.
—«¡Cómo nada!»
—«Una tontería»
—«¿Y qué más?»
—«Será la señal del collar con el que a veces estoy atado»
—«¡Atado!», exclamó el Lobo: «¿no corres a donde quieres?
—«No siempre, ¿pero qué importa?»
—«Importa tanto que no me interesan tus comidas. Y ni siquiera querría un tesoro a ese precio».

Dicho esto, el Lobo se echó a correr. Aún está corriendo.

Diarios de cuarentena / 12 al 16 de mayo

No hay un solo instante que no lleve consigo su oportunidad revolucionaria. [Habría que valorar] la capacidad de apertura de que dispone cada instante para abrir determinadas estancias del pasado hasta ahora clausuradas.

Walter Benjamin

Hay quienes dicen que la imaginación deforma lo que es, por muy orgullosxs que estemos de la imaginación y la especulación. La mente especulativa no es capaz de transformarse porque todos sus movimientos nacen de una proyección de sus patrones (emocionales, de conducta o pensamiento), que ha naturalizado. A cada instante se abren posibilidades para las que estamos ciegos: lo que ha sido asfixia la aparición de lo nuevo. Pero el final del condicionamiento está a nuestro alcance, salir de esta prisión yace en aprehender lo que es.

Diarios de cuarentena / 5 al 9 de mayo

El ir, o la búsqueda del ideal, de lo que creemos que es mejor, nos da la sensación de que estamos progresando, de que estamos avanzando hacia un mundo mejor. Pero este movimiento no es un movimiento en absoluto porque el fin se ha proyectado a partir de nuestra miseria, confusión, codicia y envidia. Así que este fin, que se supone que es lo contrario de lo que es, es realmente lo mismo que lo que es, es engendrado por lo que es. Por lo tanto, crea el conflicto entre lo que es y lo que debería ser. Aquí es donde surge nuestra confusión y conflicto básicos. El final no está allí, al otro lado del muro; el principio y el final están aquí.

Krishnamurti

La etimología de la palabra crisis nos indica que se trata del punto decisivo en el progreso de una enfermedad, ahí donde las cosas mejoran o empeoran. El término proviene de krinein que significa “separar, decidir, juzgar”. Este momento, entonces, se trata de un punto culminante: ha llegado la hora de hacerle el juicio final a la civilización mercantil. Ahora bien, aunque queda más o menos claro qué significaría que “las cosas empeoren”, no lo es tanto qué implicaría que mejoraran. Es evidente, sin embargo, que un retorno a la vieja apariencia de la supervivencia solo serviría para extender tortuosamente las condiciones que produjeron la crisis en primer lugar. La imaginación sometida al condicionamiento patriarcal capitalista es estrecha.

Diarios de cuarentena / 28 de abril al 2 de mayo

la necesidad implica, a trechos, la fundamental contradicción con un límite con que tropieza; la inadecuación a la intrínseca totalidad alimenta la dialéctica del nacer y el morir. Es la simultaneidad de la presencia y la ausencia del todo o del universo, el mismo tipo en cierto modo utópico de presente que impulsa a lo «finito» a rebelarse contra su estado.

Ernst Bloch, El pensamiento de Hegel

De pronto, en medio del pánico, nos damos cuenta de que somos mortales. Siempre lo supimos: todos vamos a morir. Pero ahora parece que podría ser este mes. ¿Qué puede enseñarnos esta conciencia?  Como todo sentimiento, el miedo que hace brotar la administración político-económica de la pandemia es una función corporal. Por un momento, el sujeto económico, estructuralmente desconectado de sus sentimientos en nombre de la productividad, vuelve a entrar en contacto consigo mismo y con la realidad. No es un aterrizaje fácil, pero de nuestra capacidad para vivir en el cuerpo, para reconocer sus sentimientos y necesidades reales (no las que impone el mercado), depende nuestra capacidad para transmutar la historia inhumana que nos ahoga en la realización de lo humano que todavía late en nosotrxs.

Diarios de cuarentena / 21 al 25 de abril

Un viejo futuro: todas vigiladas por las máquinas de la gracia divina

Cuanto más se elige la propia humillación, más se «vive»; más se vive la vida preparada de antemano de las cosas. En esto consiste la astucia de la reificación, lo que la hace pasar como el arsénico en la mermelada.

Raoul Vaneigem, Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones

La administración político-económica de la pandemia demuestra que apenas es capaz de mitigarla y, antes bien, busca forzarnos a la adaptación. Deja a la vista que, a pesar de todo el terrorismo ideológico sobre el progreso, el cambio real es inconcebible. La «nueva normalidad» se reduce al enema de siempre: seguir (tele)trabajando para empobrecernos, retomar los peregrinajes a las catedrales de consumo para obtener lo mínimo para la supervivencia, volver a encerrarnos en nuestro metro cuadrado. Y así como no cabe el cambio tampoco cabe la memoria viva de los muertos y torturados que ha dejado la intensa actividad del cartel Estado-capital en los últimos meses, como una vez más lo demuestra el actuar represivo de sus asesinos a sueldo este 1º de mayo.

Diarios de cuarentena / 14 al 18 de abril

Cuando estalla una guerra las gentes se dicen: “Esto no puede durar, es demasiado estúpido”. Y sin duda una guerra es evidentemente demasiado estúpida, pero eso no impide que dure. La estupidez insiste siempre, uno se daría cuenta de ello si uno no pensara siempre en sí mismo. Nuestros conciudadanos, a este respecto, eran como todo el mundo; pensaban en ellos mismos; dicho de otro modo, eran humanidad: no creían en las plagas. La plaga no está hecha a la medida del hombre, por lo tanto el hombre se dice que la plaga es irreal, es un mal sueño que tiene que pasar. Pero no siempre pasa, y de mal sueño en mal sueño son los hombres los que pasan…

Albert Camus, La peste

La máquina de explotación global amenaza con colapsar si está detenida por mucho tiempo. El capital, como relación social de producción, es precisamente la compulsión del dinero que debe convertirse en más dinero a cualquier precio: ya sean millones de hectáreas ardiendo por meses o millones de vidas de marginados económicos y proletarixs compelidxs a volver a sus puestos de trabajo en medio de una nueva amenaza de muerte. Es una necesidad vital encontrar formas de reproducción social que estén más allá de esta socialización totalitaria. ¿Es posible transformar el agobio de no pertenecernos a nosotrxs mismxs, la impotencia para modificar las condiciones de saqueo existencial, en una fuerza catalizadora de otro fin de mundo?


Diarios de cuarentena / 7 de abril al 11 de abril

Fuimos creados para vivir en el paraíso, el paraíso estaba creado para estar a nuestro servicio. Nuestro destino ha sufrido un cambio, no así el del paraíso.

Franz Kafka

Parece que durante mucho tiempo hemos estado viviendo en el mundo sin realmente sentirlo. La casa se quema y seguimos yendo al trabajo, teniendo hijxs, emborrachándonos, etc. como si nada de esto estuviera pasando. Mirado desde lejos, no está claro si esto es locura o un impulso de vida. Más bien parece la inercia de la supervivencia. Ahora que ya no queda nada a lo que aferrarnos, ¿nos resignaremos a la miserable moneda del sometimiento o aprehenderemos esa riqueza de la humanidad que aún debemos descubrir? Una consciencia que penetra hasta los huesos prepara el camino para lo nuevo. Enfrentadas a lo que nos agota y destruye, las fuerzas vivas en cada una de nosotras nos llaman a nacer. ¿Cómo extraer de estas circunstancias adversas la clarividencia que, aquí y ahora, nos permitirá distinguir entre los caminos de la mercancía y aquellos de la vida?

Diarios de cuarentena / 31 de marzo al 4 de abril

Los viejos creyentes no quieren permitirle a nadie que elija la vida que desea llevar, quieren que vosotros trabajéis para ellos y estéis contentos con la fe que os inculcan los doctores.

Luther Blisset, Q

El desenvolvimiento de la pandemia no deja dudas sobre el desmoronamiento de los pilares que sostenían el viejo edificio de la separación. Pero todo momento de descomposición puede ser visto como una oportunidad de ajuste y como condición para una nueva experimentación. En el naufragio, las coacciones que imponía la civilización mercantil son puestas a prueba por la propia realidad que de pronto aparece violentamente desprenderse de sus cualidades intercambiables, las apariencias de lo vivo. Se abre una brecha donde caben otros mundos posibles. Solo la apropiación de estas condiciones podrá acabar con la guerra social del capital. Es en la vida cotidiana, y no en el plano económico o político, donde, en última instancia, se juegan nuestras posibilidades. El órgano enfermo pide atención, no morfina.

Diarios de cuarentena / 21 al 28 de marzo

Prioridades del Estado de Chile durante los primeros días del manejo de la pandemia.

They say that history repeats itself. But history is only his story. You haven’t heard my story yet. My story is different from his story. My story is not part of history, because, history repeats itself, but my story is endless. It never repeats itself. Why should it? A sunset does not repeat itself. Neither does the sunrise. Nature never repeats itself. Why should I repeat myself? (1)

Sun Ra, A joyful noise

La pandemia y la administración que el estado-nación hace de ella nos revela una vez más el estado de catástrofe que engendra la sociedad organizada en torno al dinero, el trabajo asalariado, el “trabajo del amor” (no-trabajo doméstico y de cuidados) y la producción de mercancías. Los mafiosos al poder no pierden la oportunidad para recuperar el terreno que habían perdido, aprovechan el pánico para obligar a las masas a aceptar un estado de sometimiento que hubiera sido impensable hace unos meses atrás. ¿Una nueva era de expansión capitalista se abre paso? Es una expansión en el vacío: el barco se hunde y la fuerza bruta apenas les sirve para conseguir lo que ya se hacía cada vez más difícil en su clima de libertades

Notas

  1. Una traducción posible: «Dicen que la historia se repite a sí misma. Pero la historia solo es su historia. No han escuchado mi historia todavía. Mi historia es diferente de su historia. Mi historia no es parte de la historia, porque, la historia se repite a sí misma, pero mi historia es infinita. El atardecer tampoco se repite. La naturaleza nunca se repite a sí misma. ¿Por qué debería repetirme?»